¿QUIÉN SE ROBÓ EL VERDE?


Margarita Luciano López 

nació y creció en San José de las Matas, provincia de Santiago.


En Santo Domingo concluyó los estudios medios y realizó los estudios universitarios. En la Universidad Autónoma de Santo domingo estudió: Licenciaturas en Educación Mención Matemáticas, Lenguas Modernas y una Maestría en Educación Superior. En esa academia fue profesora de Recursos Audiovisuales y Didáctica. De sus padres, maestros y familiares aprendió a amar y producir literatura infantil.
Ha trabajado como maestra en todos los Niveles de la educación nacional. Ha publicado libros en las áreas de matemática, didáctica, recursos audiovisuales y literatura infantil. Ha ganado los premios Jaycee´s a los Jóvenes Sobresalientes, Nacional de Literatura en el género didáctica, en 1989, mención honorífica en Casa de Teatro, 1987 y ha recibido reconocimientos de diversas instituciones.
En literatura infantil ha publicado los libros de cuentos: El día en que Llevaron la Electricidad al Paraje la Ciénaga, Senderos de Paz, El día en que Dos ciudades Contrarias Descubrieron que Eran Hermanas, publicado este último, en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, en la colección Dienteleche, edición domínico-cubana. Este mismo cuento fue publicado por la Editorial Anaya de España en un libro de español. Además ha publicado los libros de poesías: Arroz con Mango y De Ronda por mi País y junto a Eleanor Grimaldi publicó la Antología Didáctico-recreativa, Literatura Infantil y Desarrollo Creativo, la cual fue publicada en segunda edición por la Editorial Grialibros de España, en 1998.
Actualmente dirige el Colegio Educando, el Centro Caribeño de Investigación y Capacitación y el Concurso Interescolar de Literatura Infantil, en el que participan cinco colegios. Ha sido, además, jurado en concursos literarios de la Secretaría de Estado de Educación y de instituciones privadas y públicas.
Junto a Eleanor Grimaldi fundó y dirige el Grupo Abierto de Creación Literaria Infantil y Juvenil (Gali), el cual realiza diversas actividades y publicaciones alusivas a la literatura infantil.

¿Quién se robó el verde?

Premio Nacional de Literatura Infantil
Aurora Tavárez Belliard 1998-1999.
Jurado: Eleanor Grimaldi, Julio Cuevas y Adalberto Martínez.

Publicado en Santo Domingo
República Dominicana, 2000

Presentación

Con profunda satisfacción la Secretaría de Estado de Educación pone en manos de la comunidad nacional el libro “¿Quién se Robó el Verde”? de la escritora Margarita Luciano López, ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil “Aurora Tavárez Belliard” 1998-1999 para el disfrute de toda la familia dominicana y como un legado cultural a venideras generaciones cimentadas en la niñez dominicana y su formación integral.
Con la puesta en circulación de la obra “¿Quién se Robó el Verde?” la Secretaría de Estado de Educación cumple con el compromiso asumido por el Concurso Anual Premio Nacional de Literatura Infantil 1998’1999, a la vez que agradece la evaluación y calificación final de este trabajo llevado a cabo por los miembros del Jurado: Eleanor Grimaldi, Julio Cuevas y Adalberto Martínez, quienes con su esfuerzo en este importante campo de la literatura han hecho también valiosos aportes al acervo bibliográfico de nuestra niñez.
El Premio Nacional de Literatura Infantil es el más alto reconocimiento que otorga el Estado Dominicano a los escritores nacionales que con su labor tesonera promueven e incentivan el desarrollo cultural del país.

Dra. Milagro Ortiz Bosch
Vicepresidenta de la República Dominicana
Secretaria de Estado de Educación

Mensaje para el Lector

Las primitivas manifestaciones literarias infantiles tienen sus raíces en mitos y creencias que difundían de manera oral, los primeros pobladores de la tierra, en los albores de la humanidad.
La transformación de esas manifestaciones en géneros literarios es reciente. Pero ya en el siglo XX el género se muestra vigoroso en América.
En nuestro continente la sensibilidad estética femenina, vinculada a la vocación docente y a profundas preocupaciones sociales, abrieron un esplendoroso sendero a la producción literaria, dirigida a la niñez y a la juventud, durante el siglo recién pasado.
Una pléyade de autoras de la categoría de Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Carmen Natalia Martínez Bonilla, Aurora Tavárez Belliard y varias más, ofrendaron un mundo de ensueños y de fantasías de valor incalculable a jóvenes generaciones de América y de parte del mundo.
En las últimas décadas del siglo XX en la República Dominicana florecieron cenáculos donde se discutían aspectos teóricos de literatura infantil y se realizaban lecturas de obras de este género. En estos círculos germinaron las inquietudes literarias y docentes de Margarita López, quien retomó la tea creadora de sus antecesoras, con la cual proyecta su fe en el porvenir de la niñez y la juventud.
En reconocimiento a su talento y dedicación, esta joven autora ha recibido diversos premios y menciones, que la acreditan como exquisita poeta, cuentista y ensayista de literatura infantil y excelente productora del género didáctico. Entre estos podemos citar Premio Jaycee´s que se otorga a los jóvenes sobresalientes, una mención obtenida en Casa de Teatro por su participación en el concurso de cuentos de 1987, la publicación de su cuento “El Día en que Dos Ciudades Contrarias Descubrieron que Eran Hermanas”, como parte de la colección Dienteleche de la II Feria Internacional del Libro de Santo Domingo y de un libro de español de la Editorial Anaya de España, la publicación de la segunda edición de su libro “Literatura Infantil y Desarrollo Creativo” por la editora Gialibros de España en 1998, el Premio Nacional de Didáctica en 1989, la inclusión de trabajos suyos en libros nacionales de texto, la aceptación de su obra por parte de los niños y jóvenes y otros más.
Pero su más reciente galardón corresponde al Premio Nacional de Literatura Infantil con su cuento ¿QUIÉN SE ROBÓ EL VERDE?. Esta narración contiene una prosa poética brillante, rica en matices y colorido. Además posee abundantes imágenes, expresadas sin afectación ni rebuscamiento, en un lenguaje elegante, pero sobrio, que promueve el desarrollo del pensamiento y la imaginación y a la vez estimula la creatividad del lector. También favorece el desarrollo de valores éticos y estéticos: pues en este cuento se conjugan bellas expresiones con propósitos formativos y didácticos,  que motivan a defender el ambiente, de una manera clara: sin incitar a la violencia, que es característica frecuente de algunos programas y artículos de medios de comunicación masiva y de juguetes que en la actualidad utilizan los niños.
El verde, que enarbola la autora en el relato, es un símbolo de la esperanza de un mundo mejor, porque en conclusión los maestros somos quijotes, que creemos en los molinos de viento, educación y literatura como impulsores de la sociedad humana y hacedores de futuro.

Delfina Lourdes de la Cruz


¿QUIÉN SE ROBÓ EL VERDE?


Por Margarita Luciano

Al Pico de Igua y al cerro Angola,
majestuosidades verdes que contemplaba en San José de las Matas, 
junto a mis padres Joaquín Luciano y Dilia López, 
cuando aún no les habían robado el verde.


Cuando era niña pasaba horas observando de lejos las montañas con sus vestidos verdes. 
Imaginaba su olor a hierba, a follaje,
a tierra recién mojada 
y esperaba ansiosa la llegada del verano 
para tocar de cerca las plantas, 
reconociendo a ciegas las hojas
por su tamaño y textura.

El olor de un caimito con su disfraz de dos tonos, 
que semejaba la hipocresía, 
desgranaba el asombro.

La naturaleza madrugaba encantos 
que despertaba el rocío. 

Por años, que parecieron instantes, 
me marché al reino del azul. 
Al regresar noté que reinaba el marrón. 
Los había de todos los tonos y matices, 
porque alguien se había robado el verde.

¿Quién le robó el verde a la montaña? -pregunté.

-¿Cuál verde? -respondieron los niños.

-El verde -dije, señalando a la montaña



El asombro en sus miradas me hizo comprender que nunca habían estado en ese reino. Por horas les conté historias vividas y juntos compartimos la fantasía del verde.

¡Pintemos el mundo de verde!, dijo una niña. Y lápiz y papel en mano trajeron de vuelta al verde, en un viaje timoneado por la imaginación.


¿Quién le robó el verde a la montaña? -preguntaron a coro los niños.
¿Quién le robó el verde a la montaña, aña, aña, aña...? 
-preguntó el eco tartamudo, grabando su voz en las montañas vecinas que la hicieron llegar hasta los duendes que habían huido junto al verde.

¿Quién le robó el verde a la montaña? -preguntaron los duendes y las ninfas que vivían a su lado. Y juntos hicieron un plan para devolver sus sueños a los niños.


Los duendes y ninfas regalaron un pedacito de verde a cada niño. A algunos les entregaron semillitas. Y, desde el amanecer hasta el anochecer, decenas de niños se fueron a la montaña y la poblaron de verde.

En algunos rinconcitos regaron semillas que, tiempo después reverdecieron.

A partir de entonces un gigante duerme al canto de nanas que entonan los duendes y ninfas encargados de cuidarlo.


Y nunca más han permitido que huya el verde.
Y cuando algún curioso lo hiere, 
se aseguran de que pague su osadía,  
sembrando diez semillas que, 
al plantarlas, hacen eterno el verdor.

FIN
Ilustraciones: Alexis Lago

Margarita Luciano ganó con esta obra el Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard, 1998-1999


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